Adaptación – domesticación – apropiación
Según la teoría de la selección natural, los animales pueden adaptarse al medio de tres formas: morfológicas – fisiológicas – conductuales
Forrajear es el término que utilizamos para denominar todas aquellas conductas encaminadas a conseguir alimento: Búsqueda, exploración, selección y manipulación. El forrajeo nos indujo a conocer el planeta en millones de años, pues su actividad nos llevaría a hacer del nomadismo un transito recurrente de exploración que nos llevaría a poblar diferentes regiones y en un proceso de interacción con el medio, a adaptarnos morfológica y fisiológicamente e imprimir conductas apegadas al nicho ecológico en el cual nos emplazamos. La teoría de la selección natural de Darwin, nos llevaría a comprender el término competitividad de las especies desde los privilegios biológicos y dominancias de las especies, lo demens del humano a engendrar procesos de domesticación y apropiación.
Adaptación morfológica
Imitar gestos, comportamientos y el lenguaje de otra especie o de otra persona es un comportamiento habitual del ser humano. Desde que vimos volar un ave, hemos querido imitarla. Constantemente observamos a otros organismos para copiar sus patrones o determinados mecanismos; existe una cinta médica flexible, resistente y pegajosa que imita la tela de araña, también una cinta adhesiva acuática que copia las patas de algunos lagartos y que es capaz de soportar bastante masa, un recubrimiento para barcos que repele algas y moluscos y una pintura para aviones que reduce la resistencia ambos inspirados en la piel del tiburón…,
A nivel comportamental también tratamos de mimetizarnos. Muchas parejas que llevan años juntas terminan imitándose entre sí. Pero esto también les ocurre a las personas sin pareja; desde que nacemos, utilizamos la imitación para aprender. Los bebés aprenden a hablar porque imitan los sonidos que oyen y los movimientos bucales que ven y se adaptan a su entorno imitando a las personas de referencia.
Adaptación fisiológica
bipedismo
Adaptación conductual
Toda vida debe adaptarse, es decir, insertarse e integrarse en su medio de existencia, y este medio de existencia, es decir el ecosistema hace experimentar sus determinismos e influencias a todo ser viviente. No solo el ser depende vitalmente de los constituyentes químicos y de las condiciones geofísicas necesarias para su generación y regeneración, sino que sabemos que los fenómenos de producción, crecimiento, desarrollo, talla, forma son modificados o alterados según la abundancia, la rareza, e incluso la falta de tales o cuales elementos de nutrición…,
Morin, Edgar
¿Cuáles fueron las razones que nos llevaron a asentarnos en puntos geográficos predeterminados?
Una de las renovaciones culturales más significativas de nuestros anales sucedió hace más de 10.000 años, cuando una sociedad característica de cazadores y recolectores evolucionó hacia nuevas comunidades humanas, las cuales decidieron comenzar a producir su propio alimento. Para ello, esta sociedad emergente se encargó, por primera vez, de efectuar una domesticación de especies, tanto animales como vegetales (…) Los animales domésticos pertenecen a especies, o poblaciones de especies, que no existen como formas silvestres, sino que son mantenidas por los seres humanos para su explotación, y cuyo ciclo vital se desarrolla por completo en cautividad. Por lo tanto, son animales que no pueden sobrevivir en libertad manteniendo sus características fenotípicas. En otro sentido, también se considera la existencia de animales semidomésticos o amansados, que son aquellos explotados por la especie humana y que pueden igualmente mantenerse cautivos, pero que no cumplen algunas de las condiciones anteriores. Algunas aves de cetrería, por ejemplo, pertenecerían a este grupo de animales, al igual que las avestruces que hoy en día se mantienen en granjas para diversos fines, o los elefantes asiáticos, cuyas crías son capturadas, amansadas y domesticadas para su posterior explotación. De hecho, es probable que estos casos puedan interpretarse como etapas tempranas del proceso de domesticación.
Zooportraits
Se debería pensar entonces, que a la par de la configuración de las primeras sociedades sedentarias fungiríamos las veces de domesticadores de todo lo que encontrábamos en la naturaleza: Animales, vegetales, minerales…, elementos. ¿Fue el sedentarismo un mecanismo de armonización de aquellas travesías interminables a las que se veía abocado el ser humano en su búsqueda de alimentos para sobrevivir?
Animal | Origen | Cronología (años) |
Perro (Canis lupus familiaris) | Europa | 20.000 – 30.000 |
Cabra (Capra aegagrus hircus) | Oeste asiático | 10.500 |
Vaca (Bos primigenius taurus) | Mesopotamia | 10.000 |
Oveja (Ovis orientalis aries) | Oeste asiático | 9.000 |
Cerdo (Sus scrofa domestica) | China | 8.000 |
Dromedario (Camelus dromedarius) | Arabia | 6.500 |
Caballo (Equus ferus caballus) | Asia | 5.000 |
¿Cómo configuramos nuestros entornos de domesticación?
Durante la prehistoria se iniciaron relaciones sociales que permitían satisfacer las necesidades más elementales de supervivencia con actividades productivas de trabajo colectivo. En el paleolítico tallamos piedras, palos y huesos, descubrimos el fuego y aprendimos a ser cazadores. En el neolítico, nos adaptamos en temas de asentamientos alrededor del desarrollo de la agricultura y la ganadería. En la edad de los metales domamos al cobre, al bronce y al hierro…, de ahí que desarrollamos un sentido de apropiación que nos induciría a formar las primeras ciudades estado, hace aproximadamente 10.000 años entre los pueblos de la Mesopotamia y Egipto, India (6000 aC), China (5000 aC), Europa (4500 aC), África (3000 aC) y América (2500 aC).
Los humanos han llegado a ser maestros en el sometimiento de los animales y maestros en el sometimiento del hombre por el hombre.
¿Acaso las actividades de domesticación, nos llevaron a generar sentido de apropiación o territorialidad?
Civilización | Barbarie |
Homo sapiens | Homo demens |
Homo faber | Homo mitos |
Homo economicus | Homo ludens |
La territorialidad es uno de los principios centrales de la teoría etológica. La mayor parte de los naturalistas consideran que la territorialidad es una parte innata de la conducta animal. Todos los animales tenderían a mantener territorios fijos y espacios individuales, estableciendo límites y excluyendo o admitiendo en los territorios así fijados a quien ellos quisieran. Se trataría entonces de una conducta puramente instintiva. El hombre, en tanto que animal, participaría de esa conducta. Así, los etólogos (ARDREY, 1966) opinan que el instinto es una explicación posible de la tendencia humana manifiesta a poseer, defender y organizar políticamente una área geográfica delimitada. Arguyen que la posesión y la identificación con un territorio constituyen prerrequisitos para la satisfacción de necesidades básicas de la gente, tales como seguridad (que permite superar la ansiedad), estímulo (que vence el tedio) y, sobre todo, identidad (que anula el anonimato).
Diccionario crítico de Ciencias Sociales
De la prehistoria a la historia, durante decenas de miles de años
(…) Las sociedades arcaicas de cazadores-recolectores se extendieron por las tierras, se convirtieron en extrañas las unas a las otras por la distancia, el lenguaje, los ritos, las creencias, las costumbres. Se diferenciaron unas abiertas y liberales, otras cerradas y opresivas, unas de autoridad difusa o colectiva, otras de autoridad concentrada. Pero por diversas que hayan sido, constituyeron un tipo fundamental y primigenio de sociedad de homo sapiens. Por muchas decenas de milenios, ésta diáspora de sociedades arcáicas, ignorantes unas de las otras, constituyeron la humanidad (…) El desarrollo de las civilizaciones urbanas/rurales ignoró y despúes destruyó esa humanidad.
(Morin y Brigitte, 1993, p.9).