Anya

civilización – conflicto – barbarie – imperios – limes

La historia surge como la conocemos en Mesopotamia hace 10 mil años, determinando una formidable metamorfosis de las sociedades que en un inicio no poseían ni estados ni ciudades, ésta fantástica transformación como sostiene Morin dan lugar a imperios, reinos y ciudades y posteriormente clases sociales, ejércitos, guerras, esclavitud, estado, división del trabajo, clases sociales, posteriormente grandes religiones y grandes civilizaciones, La interacción del pentagrama civilización – conflicto – barbarie – imperios – limes, revela en su recorrido histórico la necesidad del homo de orientar su pensamiento hacia denotaciones entendidas como desarrollo en cualquier forma y medida, el punto de partida? la formación de fantásticas civilizaciones como la Sumeria, Acadia, Asiria, Egipto, China, Babilonia y Grecia que establecieron dentro de sí y fuera de sí un inmenso legado cultural diseminado por las tierras conquistadas mediante el conflicto centrado en el mito – magia – rito – símbolo, estableciendo dominios visualizados a rasgos de barbarie que se manifiestan en las masacres para asegurar la provisión de materias primas o las reservas para épocas difíciles, en esta expansión humana, se producen los cambios de civilizaciones a imperios-ciudades-estados, y es en donde se establecen limes a los pueblos conquistados, por lo tanto se hace necesario transitar por la fina cornisa de las incomprensiones gestadas en los elementos mencionados, por un lado sociedades que consideran a los procesos históricos independientemente de las visiones con que sean denominadas: oscurantismo, represión, conquista, dominio, desarrollo… y otra vertiente que sostiene que estas dimensiones fueron necesarias para el desarrollo de la sociedad, sea cual fuere la proposición aceptada o rechazada, es indiscutible que el pentagrama señalado debió y debe seguir en armonía, precisamente para ser gestor de nuevas y distintas perspectivas de vida, con equilibrios en otras variables generadas desde los constreñimientos de los elementos en interacción como son la economía, etnografía, tecnología, la antropología histórica… Y en este recorrido la tierra patria ha estado llena y estará imbuida de revoluciones planetarias, occidentalización, mundialización de las ideas, de una barbarie humana, y una barbarie en la que los antídotos europeos, peyoran culturas, pueblos y pensamientos, y religan el conocimiento hacia aquello devenido exclusivamente desde occidente, surge entonces la necesidad de armonizar los pensamientos trans, esta será la única forma de equilibrios respetando lo que otras sociedades, países o continentes consideran vías para el futuro de la humanidad, la ancestralidad es entonces el punto de bifurcación de esa humanidad inconsciente, despreocupada, olvidadiza de aquellos formidables devenires que legaron los pueblos arcaicos en sus formas de desarrollo y gestaron el imprinting de lo que somos (Quintana, Armando)

Estado – seguridad – poder

La decadencia de la monarquía y del clero en Europa en el siglo XVI, da paso a una época violenta y de conflicto, pero también a una metempsicosis que nos permite asistir a una grandiosa expansión territorial, económica y a un esplendor con el nacimiento de los estados, vienen movimientos desde el renacimiento denotando al humanismo como centro de la sociedad Monatigne representa un pensamiento de libertad, Spinoza expulsa el Dios exterior, Descartes inicia el reduccionismo, Newton exterioriza su teoría Philosophiæ naturalis,… emerge un pensamiento laicista y universal, los estados surgen entre el siglo XVII y XVIII, consolidado a Inglaterra, Francia y España como naciones que ostentan el poder, de un proceso de genocidio sacudidas por guerras y desmembraciones territoriales, los enfrentamientos de estados a estados, de sociedad a sociedad, los conflictos lingüísticos, culturales, religiosos, surgen nuevas barbaries ligadas a las ideas de nación, que engendró purificaciones religioso – étnicas, que perduraron por 80 años entre España y Holanda y 30 años en los demás países europeos, y que en los acuerdos de paz de Westfalia en 1648, se forjaron las bases de la seguridad y respeto entre las naciones mediante la firma de tratados que dieron pie al derecho jurídico internacional de la soberanía e igualdad de las naciones, seguridad comprendida en la hegemonía francesa y decadencia del sacro imperio, Suecia surge como potencia del norte de Europa, en el origen del futuro reino de Prusia, mayor independencia de los estados del sacro imperio, reconocimiento de la independencia de Holanda y Suiza… cimientes de un poder omnímodo establecido desde occidente a los demás puntos cardinales de la tierra, poder que trasciende en el desarrollo de teorías como la riqueza de las naciones de Adam Smith, mismo que sostiene que el bienestar de los seres humanos se alcanza con la libertad de ejercer un trabajo en base a sus propias capacidades, poder que se traslada a teoría científicas y posiciones de nacionalismos, detonadores de la justificación del poder ejercido desde Europa hacia el mundo (Quintana, Armando)

capitalismo – nacionalismo – coaliciones

Claudio Ptolomeo nos dejó como legado las concepciones geo centristas planetarias, pues según su teoría la Tierra era el centro del Universo, posteriormente Copérnico postuló que al igual que los otros planetas, la tierra giraba alrededor del sol. Pasamos del chamanismo de la naturaleza, al politeísmo griego y al monoteísmo abrahámico como concepciones generadoras de aquello denominado el teocentrismo. El hombre del Vitruvio de Leonardo da Vinci nos pondría como referencial simétrico de la perfección humana haciendo coincidir la paridad por excelencia entre un círculo y un cuadrado en su pintura, naciendo las concepciones antropocentristas. Entre el geocentrismo, el teocentrismo y el antropocentrismo hay un factor en común: Los centros. Los centros han sido vistos desde las sociedades históricas, las sociedades desarrolladas, aquellas conquistadoras, las denominadas de occidente o también tituladas del norte, pero ¿Qué sería del centro sin la periferia? Acaso el sistema nervioso no necesita de la piel y los músculos para engendrar un movimiento. En la correspondencia entre el centro y la periferia encontraremos el naciente de ideas capitalistas, nacionalistas y posteriormente sus contextos coalicionistas. De Smith a Friedman visualizamos como se desarrolló la idea del bien a la mercancía y de ésta al capital, enarbolando doctrinas económicas alrededor del crecimiento, pues una sociedad alcanzaría mayor bienestar mientras sus indicadores económicos reflejaran estándares acopiados desde los centros. Así mismo, se gestarían identidades exacerbadas que veían en el nacionalismo mecanismos de apropiación, los centros deberían tomar tintes geopolíticos. Los mecanismos utilizados en los procesos de globalización tomaban forma de regímenes internacionales, pasando por ideas de interdependencia, funcionalistas y neo funcionalistas, en donde lo común era formar los centros. Aparecería entonces la teoría de los sistemas mudo de Wallerstein misma que destacaba la desigualdad imperante en el planeta, planteando la teoría del centro – periferia. El centro contextualizado no solo bajo las ideas de crecimiento económico sino bajo aristas de desarrollo. Del otro lado la periferia, como pueblos religados a la idea de la dependencia, del proteccionismo, de la especialización agrícola, según las directrices de la División Internacional del Trabajo. Periferia que se debería convertir en el granero de los países del centro y que debía ver en los nacionalismos y coaliciones internacionales el ejemplo del crecimiento infinito de la economía. Y sir por un instante, dejáramos de lado la idea de los centros en función del capital, de los nacionalismos y las coaliciones económicas, acaso ¿no podríamos enarbolar el reencuentro con las periferias de la comunidad, la localización y la pertenencia a la naturaleza? (Ojeda, Jorge)

industria – energía – comunicación

La primera central energética que conoció el ser humano fue su propio cuerpo. La domesticación de los elementos de la naturaleza le brindarían un entorno energético capaz de engendrar actividades que ya no solo se investían de aristas de supervivencia sino que darían pie a una carrera desenfrenada por desarrollar sociedades a la par del desarrollo tecnológico. El invento de la máquina a vapor de Watts sería el punto de partida para gestar la inflexión de la revolución agrícola a la revolución industrial dejando muy detrás a las épocas del forrajeo. Energía e industria, necesitarían de la comunicación para asentar su dominio, de ahí el esfuerzo de científicos que pusieron en la cumbre de la investigación a sus inventos: Graham Bell y Grey con el teléfono eléctrico, Edison con la bombilla, el matrimonio Curie con la radio, Tesla con el transformador eléctrico…, impulsaron los entornos energéticos y de comunicación como mecanismos de sustento de conceptos que se iban afincando en sociedades que en algún momento encontrarían en ideas neoliberales y de desarrollo el enclave para construir un entorno geopolítico internacional que luego desencadenaría múltiples dimensiones: Lo geoeconómico, lo geocultural, lo geo ambiental…, alcanzarían ribetes globalizadores. La idea del crecimiento económico ilimitado fundaría las escuelas de pensamiento internacional, la idea del desarrollo se impulsaría desde los organismos internacionales, la idea de la desaceleración del crecimiento desde el pensamiento complejo como mecanismo para armonizar la conquista o la pertenencia de los entornos naturales (Ojeda, Jorge).

neoliberalismo – geopolítica – desarrollo

Objetivos de desarrollo sostenible

• Fin de la pobreza
• Hambre cero
• Salud y bienestar
• Educación de calidad
• Igualdad de género
• Agua limpia y saneamiento
• Energía asequible y no contaminante
• Trabajo decente y crecimiento económico
• Industria, innovación e infraestructura
• Reducción de las desigualdades
• Ciudades y comunidades sostenibles
• Producción y consumo responsables
• Acción por el clima
• Vida submarina
• Vida de ecosistemas terrestres
• Paz justicia e instituciones sólidas
• Alianzas para lograr los objetivos